Aguja de sismógrafo marcando sobre el papel los gráficos de un seismo.

Beso en 8.0 en la escala de Richter

Esa mañana Alba estaba muy contenta. Su amiga Irene le había conseguido dos entradas para asistir a la semana inaugural de una sala de cine. Las películas que se proyectaban iban acompañadas de efectos especiales en tres dimensiones, con gafas y auriculares que aumentaban su espectacularidad. Todo el mundo que había ido, comentaba lo real de las imágenes y la sensación de estar inmerso dentro de la película.

Hacia ahora cuatro meses que salía con Manuel e iba a ir al cine con él, era su último y definitivo amor. Él había llegado al instituto a mitad del curso pasado, debido al traslado de su madre. Su padre había muerto persiguiendo a unos delincuentes, los dos eran policías.

A raíz de ese suceso, ella de acuerdo con el hijo, decidieron dejar la gran ciudad y trasladarse a una población más pequeña, donde la vida fuera más tranquila y agradable.

Casualidades de la vida, compraron una casa a las afueras junto a la de Alba. Ella lo había visto cuando se mudaron y además lo pusieron en su misma clase.

Le calló bien desde el primer momento. Era tranquilo, tenía una voz agradable y siempre tenía una palabra amable para todos.

Se apunto para ayudar en la revista del instituto. Alba era uno de los alumnos que la sacaba adelante y ahí terminaron de conocerse. A partir de entonces se volvieron inseparables.

A ella le hacía mucha ilusión ir con él al cine. Estaban de vacaciones y era la primera vez que iban a ir solos, el resto de las veces habían ido con la cuadrilla.

Ese día salió increíblemente bonito, o eso le pareció a Alba. Un sol amarillo chillón contra un cielo azul intenso y una temperatura suave. Alba estaba nerviosa desde primera hora. Había quedado con Manuel antes del comienzo de la película en la cafetería.

Llegaron puntuales, estaban impacientes por verse. Entraron en el cine y recogieron una bolsa con los cascos, las gafas y una hoja con instrucciones.

La sala era como medio circulo gigante. El público casi se sentaba dentro de él y las filas de asientos estaban muy elevadas unas de otras.

Antes de comenzar, una voz les fue dando instrucciones, les dijeron más o menos como iba todo y comenzó la película.

En seguida comprobaron lo espectacular de los efectos especiales que les habían comentado.

Además de la parte visual y acústica, los asientos tenían vida propia y efectivamente era impresionante.

Desde el primer momento se agarraron de la mano. En un momento de tensión Alba de acercó a Manuel y a pesar de las gafas se rozaron las caras, ella buscó sus labios.

Comenzaron a caer trozos de yeso que les cortó el beso y pensaron que era parte de los efectos de la película.

La gente comenzó a gritar, se oyeron golpes, todo se estaba moviendo. No sabían si era la película o es que estaba pasando algo más. El techo pareció abrirse por la mitad y la luz exterior inundó todo. Con un fuerte estrépito se derrumbó.

Dos días más tarde los equipos de rescate encontraron sus cuerpos, agarrados de las manos y sus caras una junto a la otra.

Había habido un seísmo de alta intensidad. Había destruido parte de la ciudad y el cine por completo.

Para la mayoría de los quinientos asistentes a esa sesión, fue el fin del mundo.

Esta entada se vuelve a subir por cambio en el programa web. Su primera edición fue: 3 de septiembre de 2021