La evolución
La especie humana, tal y como se conocía, en el siglo XXII, ya no existe. Curiosamente, fue tan estúpida, que hizo posible que otros seres la sustituyeran como especie dominante en el planeta.
Tenían todo el poder y lo perdieron. Fueron tan necios que hasta con sus actos favorecieron que esto se hiciera realidad. Los cambios del clima y nuestra prepotencia consiguió, que poco a poco, de manera silenciosa, la humilde, hasta entonces, cucaracha se adueñara del mundo.
Altamente jerarquizada y motivada, en dos siglos consiguió lo que parecía imposible. Gano en tamaño e incremento su cerebro. Creó una red neuronal que las unía a todas bajo un mismo pensamiento. Así fueron capaces de hacerse un hueco entre los humanos.
Esa monstruosa red de pensamiento único comenzó a emitir señales. Fueron capaces de bloquear el cerebro humano y hacerlo blanco fácil para ellas.
Necesitaron mucho tiempo, pero lo consiguieron. Poco a poco, como si se tratara de un puzle gigante, construyeron un mundo nuevo adaptado a ellas.
Los humanos que no les servían pasaron a formar parte de su dieta.
En ese proceso fueron ganando años de vida. De dos o tres al principio pasaron a cincuenta para las soldados y trabajadoras, el doble para las de alto intelecto.
A partir de ahí el ser humano paso a ser una mera máquina a su servicio. No tenían pensamiento propio y habían perdido mucho de lo que los definía antes como personas. Solo eran unidades de trabajo.
No dejaron nada al azar y a los que no eliminaron, los unieron a un complejo sistema de pensamiento. Dirigidos y controlados, les proporcionaban la información necesaria para hacer su rutina diaria. Además, se les activaban zonas cerebrales para que estuvieran tranquilos y casi hasta felices de servir.
Los humanos-máquinas se ocupaban de atender las granjas donde se producía el alimento. Este consistía en una descomposición de materia orgánica. Para las clases altas, en ese proceso, se añadían algunos minerales y elementos obtenidos de materia animal.
A los humanos se les dejaba reproducirse, según sus necesidades de personal. Todo ello dirigido y controlado por esa red de pensamiento uniforme en la que estaban conectados.
Se colonizó todo el mundo. Las cucarachas voladoras se ocuparon de ello y en los lugares donde las dificultades para subsistir eran altas, lo abandonaban.
En la colonia de la Luna, en la que vivían unas tres mil personas, pronto se dieron cuenta de que en la Tierra había problemas. Debido a la distancia no se vieron atrapados en ese bloqueo cerebral al que fueron sometidos los humanos del planeta. Se decidió no volver a la Tierra ante la imposibilidad de hacer nada.
Un último reducto de humanos que quedaba en el planeta, informaba de lo que ocurría. Al cabo de cincuenta años fue localizado y destruido.
Los habitantes de la Luna se quedaron solos.
La Tierra, en el comienzo de otra fase de su evolución como planeta.
Esta entada se vuelve a subir por cambio en el programa web. Su primera edición fue: 10 de septiembre de 2021