Mantis religiosa

Ella y yo

El día de hoy había sido excepcional y Mauli, que así llamaban a nuestra lagartija, había salido de su casa en el hueco de la pared y se había subido a una pequeña roca a tomar el sol.

Más que la luz, necesitaba el calor. Los últimos días habían sido malos y la pared todavía estaba muy fría.

Era agradable sentir sobre su lomo el calor del sol, no se cansaba nunca de disfrutar de él.

Al rato le entró hambre y decidió bajar a la zona del estanque, a esa hora los mosquitos están revoloteando como locos y es buen momento para cazar.

Aquella maraña de hojas, hierba y barro dificulta enormemente el andar de la lagartija. Estaba en un pequeño montón de ramas que había en el borde, esperando una oportunidad para hacerse con algún bicho. Se disponía a saciar su apetito cuando se sintió observada. No supo porqué tenía esa sensación, pero ahí estaba y se quedó quieta vigilando su entorno, intentando encontrar porqué se le disparaba la alarma.

Mucho rato después, la espera dio sus frutos y junto a las ramas donde se había posado al principio para cazar, le pareció ver algo que no era normal.

Por fin lo tuvo claro. Había un bicho de patas delanteras largas pegadas a la cabeza en la que se podían ver tres ojos, cuerpo estilizado de color verde y que no se movía ni un pelo.

Él sabía que no podía fiarse de ese bicho. Había visto como a principios de la primavera se había comido a un semejante y también alguna lagartija.

Se desentendió de él y siguió a lo suyo cazando multitud de insectos, en la marabunta que formaban en el jardín junto al agua. Cuando se fue el sol decidió volver a su casa en el hueco de la pared para guarecerse. Al llegar a la grieta, delante de ella, estaba el bicho ese que se come todo lo que pilla.

Tenían un problema, ella era rápida, pero ese bicho con las patas delanteras con garras daba mucho miedo y parece ser que no estaba dispuesto a moverse del sitio. Se planteó la estrategia a seguir y no se lo pensó dos veces. Se lanzó pared arriba, buscó otro hueco donde meterse y dejó al bicho esperando en la puerta de su antigua casa.

Se había mudado, el nuevo hueco era más amplio y soleado. Todo ventajas.

Esta entada se vuelve a subir por cambio en el programa web. Su primera edición fue: 14 de marzo de 2021