La minería de uranio en España: Una historia con final feliz
La minería de uranio en España termina su historia tras la decisión del Consejo de Seguridad Nuclear de no autorizar el proyecto de Retortillo (Salamanca). Con el fin de la minería de uranio en España nos hemos librado de un horror y para muestra lo que pasa en Níger, o lo que pasó en Portugal que está más cerca y en otros lugares del mundo, como las barbaridades que sufren los Navajos y más pueblos indígenas de EEUU por culpa de la minería de uranio, no sólo cuando eran productivas sino posteriormente.
En España ha habido varias minas de uranio (ya cerradas como la de Andújar hace 40 años) aunque sus trabajadores continúan esperando ayuda. Enusa, la empresa estatal que se dedica al aprovisionamiento de uranio, volvió a la carga en 2008 cuando la empresa australiana Berkeley mostró su interés. Con el accidente de Fukushima en 2011, el Estado dejó de intentarlo y la empresa Berkeley continuó con su proyecto minero en Salamanca. La franja que va paralela a la frontera con Portugal, desde Andalucía occidental, Extremadura y Salamanca; se convirtió en un lugar con posibilidades de negocio para empresas como Berkeley o Qbis Resources.
De la mano de personas como Jesús Cruz con el blog de Jesús y Jose Ramón Berrueco, que creó e impulsó la plataforma StopUranio, comenzó la movilización para la defensa de lo común, de la tierra. Ambos han sufrido lo indecible, incluidas amenazas que ahora sabemos llamar SLAPP. Tanto Ecologistas en Acción desde el primer momento, como el Movimiento Ibérico Antinuclear y también Greenpeace, no hemos dejado de ser el “pepito grillo” durante muchos años y desde multitud de intervenciones.
Berkeley ha intentado de todo: amenazar, comprar voluntades locales, enemistar pueblos, comprar voluntades europeas … no en balde contrataron a Manuel Lamela (segundo de a bordo de Cañete en la crisis del Prestige, jefe de gabinete de Rodrigo Rato y promotor del intento de privatización de la sanidad en Madrid) para que intermediaria con Arias Cañete, que era entonces Comisario Europeo para conseguir los favores para Berkeley TODO SUPUESTAMENTE. Y han seguido troceando el proyecto, alargando los procesos, incluso amenazando al Consejo de Seguridad Nuclear. Vaya, todo lo que te puedas imaginar, aquí ha pasado.
Por parte de los ecologistas hemos buscado apoyo internacional y apoyo del país vecino (contactamos con parlamentarios, funcionarios, activistas portugueses que se posicionaron contra este proyecto), hemos presentado denuncias a medio ambiente, a industria, a muchas administraciones. También hemos mantenido cientos de reuniones, conversaciones y correspondencia con cargos públicos locales, autonómicos, nacionales e internacionales. Sobre todo hemos estado en manifestaciones, protestas, concentraciones y todo tipo de actividades para tratar de impedir este destrozo ambiental. En 2019 dimos con la idea: sólo si lo decía una ley podríamos parar eso y había una ley que se estaba fraguando entonces, la Ley de Cambio Climático.
Tres años de trabajo y mucha gente apoyando la iniciativa de llevar la prohibición de la minería de uranio a la ley que por fin se aprobó. Pero aunque salvamos todos los proyectos que había en Extremadura y los que podría haber en el futuro en otros lugares, nos quedaba Retortillo porque en la ley se excluyen los proyectos que ya hubieran sido presentados, es decir el de Berkeley en Salamanca. Nos quedaba que el Consejo de Seguridad Nuclear hiciera bien su trabajo, es decir, que de verdad protegiera el medioambiente y las personas porque esa es su misión, y en esta ocasión lo ha hecho.
Faltan cientos de nombres que sería justo visibilizar y todas y cada una de ellas han permitido que con su perseverancia a lo largo de los procesos se haya conseguido avanzar en el intrincado y tortuoso camino de la defensa ambiental. El secreto es no perder el rumbo teniendo un objetivo claro que no era otro que defender ese pequeño y precioso lugar de Salamanca. Ahora, bien podría ser el epicentro del cambio de rumbo de la España vaciada que abandona el camino del extractivismo insostenible, especulador e injusto y apuesta por una reconversión de la mano de los cuidados, los cuidados de su propia tierra y su gente de hoy y la del mañana.
Desde aquí te animamos a que dejes en nuestros comentarios los nombres, las anécdotas, las pequeñas y grandes cosas que conoces y de las que quizás has participado en todos estos años. Mi anécdota es que el movimiento ecologista ha salvado de la minería de uranio el pueblo de Ignacio Sánchez Galán, o Nacho como lo llaman, presidente de Iberdrola, él es natural de Villavieja de Yeltes vecino de Retortillo. Sin duda no hay nada más generoso que el ecologismo.
Raquel Montón (Greenpeace España)
Responsable de las campañas relativas al sistema eléctrico y la energía nuclear en Greenpeace. Estudio de Agronomía en la UPM y en la organización desde 2001, primero en la campaña de Biodiversidad y Cambio Climático.
Esta entada se vuelve a subir por cambio en el programa web. Su primera edición fue: 29 de julio de 2021