La tortura
El lugar era pequeño, un olor a orines impregnaba todo. Pero, quizás por encima, permanecía flotando el olor a dolor y miedo. Excepto un foco de luz, que incidía en una silla donde un hombre estaba amarrado, el resto estaba oscuro. La silla estaba conectada por cables a una mesa, donde se controlaba las descargas…