Siempre pendiente
La jornada no había sido agradable. Cuando salió del despacho decidió no coger el coche. El cielo, como sacado de un cuadro Sorolla, parecía una brillante lámina azul salpicada de pequeñas nubes alargadas. Al acercarse al local de Monty, que tenía a la vuelta de la esquina, le vino a la memoria su primer despacho….