Mapa del mundo con la distribución de la riqueza
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Cállate o te llamaran loca

Hace ahora algo más de 50 años, mi madre un día fue a ver a su padre y le dijo, padre el hombre acaba de pisar la luna.

Y él le respondió, cállate y no se lo digas a nadie o te llamarán loca. Mi abuelo tenía entonces unos 65 años.

Esto es anecdótico, por lo demás estamos en una espiral de cambios que nos arrastra sin remedio.

Curioso ¿no?, como los avances de la ciencia nos pueden sobrepasar y como la falta de cultura y conocimiento nos hacen perder perspectiva de lo deprisa que va todo.

Hace 50 años todo llevaba su ritmo, las cosas pasaban, pero lo hacían generalmente de forma tranquila sin grandes sobresaltos, quizás por cómo se percibían las cosas, o por cómo querían que las percibiéramos, o porque la inmediatez de la información que ahora tenemos no la había, o como ya he dicho por el ritmo.

Si es cierto que había cosas que alarmaron y puede incluso que más que ahora por la poca información que normalmente había, pero no había la sensación de vivir acelerado que hay ahora.

Aparecieron los primeros ordenadores, y una cosa trajo otra y otra, subimos a la luna, se globalizó nuestra vida, las comunicaciones y el acceso a las mismas se ha hecho imparable.

A nivel de la medicina, la ingeniería, la locomoción, las comunicaciones y así en todos los ámbitos.

Especial mención a los cambios de comportamiento en las relaciones humanas, las redes sociales han modificado la forma de interactuar nuestra.

Y lo que va a suponer la IA, que no me imagino teniendo que explicar eso a mi abuelo, bueno que digo ni a mi madre y más con lo que me cuesta entenderlo a mí.

Va todo más deprisa de lo que creo que podemos digerir, por lo menos en muchos campos.

Y en cambio si miramos bien, vemos que a pesar de tanta tecnología las desigualdades por raza, religión, color, sexo, pensamiento, económica y así un largo etcétera siguen estando como hace un siglo y como antes tenemos guerras por los mismos motivos.

O sea que algo estamos haciendo mal, muy mal. Con este ritmo endiablado, con el uso manirroto de las materias disponibles y consumiendo como si no hubiera mañana nos estamos cargando el planeta.

Curiosamente sólo una parte de la población disfruta de ese consumo desproporcionado, de los más o menos 7.700 millones de personas que hay en el mundo, algo menos de la mitad ósea 3.500 millones viven con unos 5 euros por día.

Parece ser que hemos mejorado mucho en algunas cosas y la hemos cagado en otras, en este camino hemos marginado a la mitad de la población mundial, tenemos un problema medioambiental impresionante y lo que es peor, parece que con pocas ganas reales de hacer algo.

No entiendo de geopolítica, geoeconomía, ni cosas de esas tan usadas para decirnos cómo va el mundo y porque se hacen las cosas como se hacen. Solo sé que otra forma de hacerlas haría posible que hubiera menos diferencias y para mucha gente mejor vida.

Si los políticos pensaran a un poco más largo plazo, menos con la vista puesta en las siguientes elecciones se podrían arreglar muchos problemas. Si los países o la sociedad en general pensara más en los demás y menos en sí mismos ayudaría. Si mucha gente no pensara solo en hacerse rico y tener poder también estaría bien.

Se que esto es pregonar en el desierto, pero me encanta hacerlo.

Veo con poco optimismo el futuro y no porque esté suscrito al pesimismo, sino porque veo que la historia en cierta forma me da la razón.