Carro y burro

Corre el carro, por la cuesta de la herrería, no le han puesto el freno de mano. El panadero corre detrás llevándose la manos a la cabeza, mientras ve, como van cayendo las barras de pan al suelo por los saltos que el carro da.

Llega a la calle que da a la plaza. El burro del maestro que estaba atado al poste cerca del abrevadero, comienza a rebuznar muy fuerte. Cuando se estrella el carro contra él se calló.

El maestro siempre siniestro, se lleva las manos a la cabeza cuando ve a su pobre burro despanzurrado, rodeado de barras de pan y con cierta sorna piensa que por falta de pan no ha sido.

El panadero y el tendero que llegan corriendo, se felicitan porque no ha pasado nada. Bueno el maestro no piensa igual y para calmarlo el cura propone hacer una colecta y comprarle otro animal.

El alcalde no en balde es la autoridad, propone darle uno suyo que ya va siendo un poco mayor, pero que para eso puede valer aún.

Ese día, María la mujer del panadero, se lo pasa explicando el fallo del carro a todas las vecinas que chismorrean en la panadería.

Ese domingo, el primer domingo de adviento, el cura en su homilía nos recuerda a todos el cuidado que tenemos que tener en nuestro día a día. Para que como en este caso, el burro del maestro no termine aplastado por el carro del panadero.

Esta entada se vuelve a subir por cambio en el programa web. Su primera edición fue: 22 de julio de 2021