Cuando la emergencia es la mortalidad materna
Cada día mueren en todo el mundo alrededor de 800 mujeres durante el parto o por complicaciones relacionadas con el embarazo (1). Bolivia no es ajena a esta situación: hoy es uno de los países que presenta el peor índice de mortalidad materna en Latinoamérica, siendo especialmente grave la situación en el municipio de El Alto, donde las tasas son comparables con los peores indicadores a nivel mundial: se estima que en 2020, hubo 316 muertes por 100.000 nacimientos vivos.
Si bien en los últimos años hubo un incremento en la inversión en infraestructura de salud pública, lamentablemente la disponibilidad y la calidad de la atención en esta región siguen siendo deficientes y todavía hay muchas zonas donde los servicios sanitarios y recursos humanos que atienden partos son escasos para cubrir la cantidad de nacimientos que hay en la comunidad. Además, el impacto de la pandemia de COVID-19 en el sistema de salud boliviano ha afectado la salud materna, neonatal e infantil, socavando aún más la voluntad de las mujeres de acceder a una atención médica adecuada.
Sin embargo, a pesar de este panorama desalentador, aún hay tiempo para mejorar la atención y preservar la salud y la vida de las mujeres y la de sus hijos o hijas. La inmensa mayoría de las muertes maternas pueden evitarse si se continúa fortaleciendo el acceso a los servicios primarios de salud y las autoridades sanitarias del país sitúan esta acción en el centro de la agenda como una cuestión prioritaria.
Desde 2018, Médicos Sin Fronteras (MSF) intervenimos en El Alto a través del apoyo a dos maternidades en los centros de salud públicos Franz Tamayo y San Roque. Nuestros equipos contribuyen a aumentar el acceso a partos seguros y a disminuir la mortalidad y la morbilidad materna a través de servicios de alta calidad y culturalmente adaptados. Solo en 2020, ayudamos a traer al mundo a 940 bebés y realizamos 361 referencias a hospitales a través de nuestro servicio de ambulancia.
Cada día de nuestro trabajo hemos sido testigos de la creciente demanda y necesidad por parte de las mujeres y de sus familias de contar con centros de salud cercanos, con buena capacidad y calidad para la atención de partos. Para la población, es vital contar con profesionales y servicios de salud materna disponibles las 24 horas los 7 días de la semana, ya que esto no solo aumenta su confianza en el sistema de salud sino que además les puede salvar la vida.
Tras haber trabajado durante tres años y de manera directa con las comunidades y con las instituciones públicas de salud, hacemos un llamamiento para que sean ahora las autoridades sanitarias nacionales, departamentales y municipales de Bolivia las que se comprometan y continúen con estos servicios primarios tan esenciales como la salud sexual y reproductiva, la planificación familiar y la atención prenatal. Para lograrlo, es necesaria una firme voluntad política acompañada de los recursos financieros y humanos adecuados que permitan hacer esfuerzos para evitar la morbilidad y mortalidad materna e infantil en la zona de El Alto.
Aún hay mucho trabajo por delante. El compromiso con la atención médica materna debe seguir siendo una prioridad y estar en el primer plano del sistema de salud en todo momento. Nuestra experiencia nos permite asegurar que estas actividades son factibles, realistas y que las vidas de muchas mujeres y niñas dependen de ellas.
Por Adriana Palomares Paez, coordinadora general de Médicos Sin Fronteras en Bolivia
1 Según datos de la Organización Mundial de la Salud
Esta entada se vuelve a subir por cambio en el programa web. Su primera edición fue: 21 de junio de 2021