El buey y Dios
Pienso que últimamente la comida no me sienta nada bien, tengo unas digestiones larguísimas.
Procuro masticar despacio y triturar todo bien, bebo mucha agua, pero a pesar de ello nada.
El más anciano me dice que esto no tiene arreglo, a todos les pasa igual.
Bueno, digo para mí, si los demás se conforman allá ellos, pero yo no voy a dejarlo así, no quiero permanecer toda la vida con este problema.
Hoy el día es claro, parece que me inspira y me anima para hablar con Él. Salí al patio y miré al cielo.
—Dios ¿estás ahí? —pregunté al infinito. Necesito hablar contigo, tengo un problema y parece que nadie sabe darme una solución.
Pasado un rato y como veo que Dios hoy al parecer no está bien del oído, decido dejarlo para otro momento.
De repente desde el cielo me llega una voz.
—¿Que quieres buey? soy Dios, tu creador.
El susto que me llevo es mayúsculo, casi me fallan los cuartos traseros.
—Vaya, pensaba que no me habías oído —le digo.
—Yo siempre oigo —exclamó con firmeza.
—Bueno, eso dices tú. Los míos llevan protestando mucho tiempo sobre el tema de las digestiones y no les has hecho caso.
—Buey, no me seas borrico. Los tuyos nunca han protestado. Hasta la fecha el único que lo ha hecho eres tú.
—Eso no es del todo cierto —le digo mientras termino de rumiar lo que tenía en la boca—. Lo que pasa es que no se atreven a molestarte y de ahí que se callen.
—Mira Buey —respondió Dios un poco indignado—, todo tiene su explicación y si nadie ha perdido un minuto de tiempo para dártela, lo voy hacer yo. Tu cuerpo para aprovechar bien lo que comes lo diseñe como tú lo tienes o sea, cómo lo tenéis todos. De otra forma tú no podrías comer lo que comes ni ayudar al hombre como lo haces. Que sepas que tu labor ha sido fundamental, has contribuido sobremanera al progreso de la humanidad.
Oigo atentamente las palabras de Dios, aunque no entiendo bien todo lo que me dice. Tengo que rumiar su respuesta un poco más para comprender bien el mensaje.
—Bueno Buey —dice Dios— que sepas que no te pasa nada raro, todo en ti funciona tal y como estaba previsto.
Al cabo de un rato miro hacia arriba y un muuuu muy largo sale de mi boca en agradecimiento por sus explicaciones. Al fin y al cabo no a todo el mundo contesta.
También es verdad que mi especie lo conoce desde que lo vio nacer en el portal de Belén.
Esta entada se vuelve a subir por cambio en el programa web. Su primera edición fue: 1 de marzo de 2021