España, camino de convertirse en un desierto.
Las previsiones climáticas apuntan a olas de calor y sequías más intensas y con mayor frecuencia, que harán cada vez más difícil garantizar suficiente agua.
Hoy, día 17 de marzo, es el Día de la Desertificación, un día para recordar que el 75% de nuestro territorio está en peligro de sufrir desertificación.
La Península Ibérica será una de las regiones más afectadas de Europa por sequías extremas. Los modelos climáticos predicen desafíos y cambios extremos aún mayores que harán cada vez más difícil garantizar suficiente agua, y habrá zonas de la Península que vivirán bajo estrés hídrico severo.
Por ello, en el Día Mundial de la Lucha contra la Desertificación y la Sequía, exigimos inversión pública y acciones urgentes para enfrentar esta grave amenaza.
El desierto avanza en la Península Ibérica
Este viernes 17 de junio, España se convierte en la sede mundial del Día de la Desertificación y la Sequía, un problema que afecta especialmente a nuestro país. Más de 9 millones de hectáreas ya están catalogadas como zonas con un riesgo alto o muy alto de desertificación, principalmente en el tercio sur y los dos archipiélagos.
Las causas de la desertificación de España:
La sobreexplotación de acuíferos y el crecimiento insostenible del regadío.
El abandono de tierra y la degradación del suelo están afectando a su fertilidad y capacidad para retener la humedad.
Esto, junto con la intensificación de los periodos de sequías extremos, como consecuencia del cambio climático, está afectando la disponibilidad de recursos naturales y la seguridad hídrica y alimentaria de nuestro país.
Varios estudios científicos prevén una reducción de las precipitaciones, especialmente en las cuencas atlánticas, la del Guadalquivir y el sur peninsular, unido a un aumento constante de temperaturas medias de hasta 2 grados más para el año 2040.
Sin embargo, pese a la extrema vulnerabilidad frente a la sequía y del riesgo de desertificación, España ha apostado por un modelo de gestión ‘suicida’ que prioriza el agua para los cultivos de regadío intensivo e industrializados. El regadío se bebe el 80% de este recurso de nuestras cuencas, sin contar con el agua que se consume de forma ilegal.
El caso del robo del agua en Daimiel: El corazón de las Tablas está completamente seco.
Uno de los ejemplos más graves es el Parque Nacional de las Tablas de Daimiel, epicentro del robo de agua en España. Tras décadas sobreexplotando su acuífero y degradando Daimiel, este humedal se ha convertido en un claro ejemplo de cómo el desierto avanza en la Península Ibérica, donde más de dos tercios del territorio nacional está en riesgo de desertificación.
Nuevas imágenes aéreas muestran kilómetros y kilómetros de terreno sin agua, en un territorio que debería estar inundado y lleno de vida.
La mala gestión del agua y la sobreexplotación han llevado de nuevo a que los embalses nacionales estén a mínimos. Especialmente preocupante es la situación en Andalucía, cuyas reservas están al 35%, a pesar de que ha sido una primavera en la que ha llovido por encima de la media histórica.
Cómo frenar la desertificación y la sequía
Frente a las sequías, cada vez más intensas, y el avance de la desertificación tenemos que adaptar nuestras demandas a los recursos hídricos realmente disponibles para reducir la exposición al riesgo de la población y los sectores productivos ante un periodo de escasez de recursos, y apoyar la cultura del ahorro del agua en España, frente al agua para todo sin límite.
Para hacer frente a esta situación, el MITECO va a presentar la Estrategia Nacional de Lucha contra la desertificación, para mitigar sus efectos y restaurar las zonas degradadas. Aunque supone un hito importante, consideramos que este plan carece de un presupuesto definido y de medidas concretas para los próximos ocho años.
Es imprescindible que el MITECO impulse una línea de financiación específica para abordar esta crisis si realmente queremos ganarle la batalla a la desertificación. Con su actual agenda, la estrategia del Gobierno llegará tarde para detener el avance imparable de la desertificación en España.
Consideramos imprescindible que los objetivos, medidas y las recomendaciones de la Estrategia de Lucha contra la Desertificación en España se integren adecuadamente en otros planes relevantes para abordar este problema. Como el caso de las ayudas vinculadas a la Política Agraria Común, los Programas de Medidas aprobados en los Planes Hidrológicos de demarcación para el ciclo 2021-2027 o los fondos Next Generation
Impulsar una Ley de Protección de los Suelos para evitar su continua erosión y degradación.
WWF España
Esta entada se vuelve a subir por cambio en el programa web. Su primera edición fue: 31 de marzo de 2023