Hasta el cogote de lo «politicamente correcto»
En una sociedad cada vez más conectada y globalizada, los cambios culturales y sociales son inevitables. Uno de los temas más polémicos en la actualidad es lo que se ha dado en llamar «políticamente correcto».
En un principio, el término se utilizaba para describir un lenguaje y comportamiento respetuoso hacia los grupos marginados o minoritarios, como las personas LGBT, personas con discapacidades, personas de diferentes etnias y géneros. Ampliado en la actualidad a una variedad de temas políticos y sociales, desde la protección del medio ambiente hasta la igualdad de género.
Por un lado, el «políticamente correcto» tiene una importante función en la sociedad al promover la inclusión, la diversidad, en la lucha contra el racismo, la homofobia y la discriminación en general. Pero a pesar de su importancia, el «políticamente correcto» ha ido demasiado lejos y ahora se quiere utilizar para limitar la libertad de expresión y la capacidad de debatir sobre temas políticos y sociales.
En cualquier caso, es necesario tener en cuenta que el respeto y la tolerancia son fundamentales en una sociedad democrática y que es necesario encontrar un equilibrio entre la libertad de expresión y el respeto hacia los demás.
Sin embargo, puedo decir que actualmente hay algunos grupos políticos y de otro tipo que realizan acciones y expresan opiniones que pueden ser consideradas radicales o extremistas.
La libertad de expresión y la libertad de pensamiento son valores fundamentales en una sociedad democrática, pero con ella viene la responsabilidad de respetar a los demás.
No puede ser que se pida respeto para sus opiniones y acciones cuando ellos no lo hacen con los demás y a todos los que piensan diferente a sus proclamas, son sus enemigos a batir.
Se tiene que asegurar, que todas las personas puedan expresar sus opiniones y creencias sin temor a represalias. La intolerancia y el acoso hacia aquellos que no comparten nuestras opiniones no son aceptables.
Debemos escuchar y considerar las opiniones de los demás, incluso si no estamos de acuerdo con ellas, y debatir de manera respetuosa. Recordemos que, aunque podamos tener opiniones diferentes, todos tenemos derecho a ser escuchados y respetados.
La libertad de expresión y de pensamiento es un derecho fundamental en las sociedades democráticas, y es importante que se respete y se proteja.
En los últimos años, se ha podido observado un aumento de la polarización política, lo que ha llevado a un discurso de odio y de intolerancia hacia aquellos que tienen opiniones diferentes. Especialmente, se ha comprobado esa tendencia hacia la intolerancia y el extremismo entre algunos grupos políticos y movimientos sociales. Buscan silenciar y marginar a aquellos que no están de acuerdo con sus ideas. Señalar que el respeto a la libertad de expresión y pensamiento debe ser mutuo, y que la crítica legítima no debe ser confundida con el discurso de odio o la intolerancia.
En resumen, la libertad de expresión y pensamiento es esencial para una sociedad democrática, pero debe ser equilibrada con el respeto y la tolerancia hacia las opiniones ajenas.
Esta entada se vuelve a subir por cambio en el programa web. Su primera edición fue: 27 de enero de 2023