La simbiosis naturaleza-humanidad rota
Desde el albor de los tiempos, el ser humano ha convivido en perfecta armonía con el entorno que le rodeaba.
Desde la antigüedad nuestros antepasados intuían la importancia de saber adaptarse al medio que les rodea y no luchar contra él.
Primero por necesidad, él no podía vencer a cuanto le rodeaba y luego porque se dió cuenta de que esa convivencia beneficiaba a todos.
El hombre hasta hace dos siglos, ha sido capaz de vivir y convivir con la naturaleza.
Ha sabido aprovechar lo que el entorno ofrecía sin abusar por ello de su posición de predominio, cuando la ha tenido.
El ser humano como ser racional ha sido capaz de ser el director de ese pacto no escrito.
Con la llegada de la primera revolución industrial esta situación comenzó a cambiar y con la segunda todo el equilibrio que había se fue al carajo.
La población mundial comenzó a crecer más rápido que hasta entonces, el desaforado deseo de bienes de consumo por una parte de ellos, el derroche sin conocimiento de materias primas de todo tipo y un deseo por parte de algunos de riqueza y poder, nos ha posicionado en el lugar donde estamos ahora.
Humanos en el siglo XVIII unos 1.200 millones y a principios del siglo XXI unos 7.700 millones y para el siglo XXII unos 11.000 millones.
Hasta hace medio siglo no ha existido conciencia clara de lo que se nos venía encima.
Hemos estado unos 300 años cargandonos el equilibrio perfectamente mantenido con la naturaleza y el medio ambiente los anteriores 350.000 años.
En unos pocos años estamos contaminando nuestro planeta, acabando con la rica biodiversidad tanto de plantas como de animales.
Nos estamos cargando los hielos polares y las selvas imprescindibles para nuestra supervivencia.
Estamos elevando la temperatura de la tierra y el efecto invernadero está cambiando todo.
Nunca hemos estado en un momento tan crucial como ahora en toda nuestra existencia. Quienes nos dirigen, se dedican a promover iniciativas que no terminan de poner en marcha o se quedan cortas y no terminan de funcionar.
Al final lo que les importa es hacerse la foto.
Quiere decir que son unos artistas mareando la perdiz, muchas cumbre de esto y aquello pero a la hora de la verdad nada de nada.
Está claro que a largo plazo la vida aquí seguirá adelante con o sin nosotros.
Me gustaría no obstante saber que los hijos de los hijos de mis hijos tienen un futuro en este planeta y sobre todo me gustaría saber que en mi generación se han tomado las medidas para que así sea.
Esta entada se vuelve a subir por cambio en el programa web. Su primera edición fue: 17 de diciembre de 2020