Opciones…
Su nombre era Dourin Filapán. Yo estaba locamante enamorado de ella. Fue un flechazo de los de película.
La vi por primera vez hace dos días. Vino acompañada de mi hermana. Al parecer acababa de llegar en un barco con su padre, que estaba reparando una avería en la embarcación.
Mi hermana, que trabaja en el puerto, comenzó ha hablar con ella. Tenía buena mano para entablar conversación casi con cualquiera.
Así supo que tenían un problema con la bomba de achique. En la isla no se podía conseguir la pieza para repararla y mi hermana le propuso que, tal vez, yo podría hacerlo.
Su padre la desmontó y ahí estábamos. Yo locamente enamorado intentando arreglar la bomba que, una vez reparada, la alejaría para siempre de mí.
Ni que decir tiene que usé toda mi habilidad, quería quedar bien delante de ella.
—Bueno Dourin, tómala ya está reparada. He tenido que hacer el cuerpo interior nuevo pero ya está en perfecto estado.
—Ya ves —dijo mi hermana dirigiéndose a ella— te dije que él podría.
—Gracias, lo cierto es que era un problema y gordo. No podemos quedarnos aquí mas tiempo. Si no llega a ser por vosotros no se lo que hubiéramos tenido que hacer para seguir viaje. En dos días tenemos que estar en Punta Alen y hay muchas millas aún por recorrer.
—Dile a tu padre que puedo ayudarle a montarla y salir a probar el barco por si acaso —dije yo por estar un rato más a su lado, que por ganas de salir a dar una vuelta en barco por la bahía.
—Me parece bien —dijo ella— vamos al puerto y vemos que le parece a mi padre.
Dos horas mas tarde estábamos los cuatro saliendo por la bocana del puerto, camino a la bahía exterior.
El día era bueno para navegar, despejado y el horizonte sin una nube. No llevábamos ni media hora. La bomba funcionaba a la perfección.
Todo parecía ir bien cuando un fuerte golpe hizo que toda la embarcación temblara. Salí al exterior como pude, mi hermana estaba agarrada a uno de los palos.En cuestión de minutos la embarcación se partió, hundiéndose.
Me agarre a un flotador y busque a mi hermana. Nadé hacía ella, estaba tan asustada como yo.
De repente a nuestro lado asomaron la cabeza Dourin y su padre. Ella nos alcanzó de entre los restos un barril, que al abrirlo resultó ser una pequeña embarcación salvavidas. Nos pidió que subiéramos y que nos alejáramos, allí corríamos peligro.
No entendíamos nada, miraba a mi hermana y no sabía que decir.
En vez de subirse con nosotros se sumergieron. Al hacerlo me pareció ver, bueno no se seguro lo que vi o si eran imaginaciones mías.
Cuando estaba a punto de encender la baliza de emergencia la balsa comenzó a moverse, primero despacio y luego a mas velocidad. No tenía explicación para todo aquello.
Estábamos ya cerca de la costa cuando la velocidad disminuyo y al poco nos paramos.
El padre de Dourin saco la cabeza del agua.
—Se que no tengo derecho a pediros esto, pero por favor cuando lleguéis a la costa guardad la balsa y no digáis nada de lo que ha pasado. Si os preguntan decid que después de ir a probar la pieza os dejamos en el muelle y nos fuimos. Dentro de unos días vendremos y os daremos una explicación, confiad en nosotros.
Se volvió a sumergir sin esperar respuesta y desapareció.
Mi hermana y yo decidimos esperar a ver que pasaba. Fueron transcurriendo los días y no supimos nada de ellos.
Yo había perdido al esperanza de volverlos a ver. Tenía una sensación extraña. No era normal lo que había pasado ni su comportamiento.
En mi mente había un pequeño rayo de luz y la esperanza de que todo al final tendría explicación, para bien o para mal.
Doce días más tarde estaba probando la lancha de un amigo y en medio de ningún sitio se para el motor. Reviso todo y no veo nada anormal. Miro el depósito y veo que no tiene ni gota de combustible. No lo entiende lo revise esa mañana. En ese momento noto que la embarcación se menea obligándome a agarrarme al timón.
Una voz desde el costado de la embarcación pronuncia mi nombre.
Asur, Asur, dijo una voz. Me asomo y la veo dentro del agua, con ese cabello pelirrojo y pecas que tanto me llamó la atención la primera vez que la vi. Era Dourin.
—Hola —dije, creo que con cara de tonto— ¿como estas, que ha sido de vosotros? ¿que ha pasado?
—Mira Asur, resulta un poco difícil de explicar pero voy a intentarlo. Mi padre y yo estábamos huyendo. Nos persigue la familia de mi madre y quieren acabar con nosotros. Nosotros, bueno, como te lo diría.
—Eres especial —le corté yo— se que no sois como nosotros. Cuando nos ayudasteis vi parte de vuestro cuerpo y me di cuenta de que erais medio humanos. Aunque te pueda parecer extraño lo he asimilado, aunque ha habido momentos en que pensaba que no podía ser.
—Pues sí es así. Somos medio delfines. Procedemos de una familia muy especial. Hemos evolucionado, podemos salir por tiempo limitado fuera del agua cambiando nuestro aspecto y parecer humanos.
—Y ¿porqué lo de huir?
—La rama familiar de mi madre no aprueba que nosotros convivamos con los humanos. Son muy estrictos en su forma de pensar. Nadie se quiere enfrentar a ellos y mi padre y yo tuvimos que marcharnos. He venido para despedirme de ti, nos vamos al otro lado del mundo donde podamos encontrar un sitio y vivir en paz.
Te agradezco Asur lo bien que te has portado con nosotros. Ahora me tengo que ir. Nos están intentando localizar y no quiero que os pase algo por nuestra culpa.
No supe que decir. La vi alejarse y me quedé mirando con tristeza el horizonte hasta que comenzó a oscurecer. Asumí que nunca la volvería a ver. Eché gasolina y volví a casa.
Se lo conté a mi hermana y se alegró tanto como yo de que todo hubiera salido bien.
A principios de primavera, nos llegó una postal. Era una bonita playa, podía ser cualquier playa.
El texto decía <<Encontramos lo que buscábamos, gracias>>
Esta entada se vuelve a subir por cambio en el programa web. Su primera edición fue: 5 de abril de 2021