Pago yo, no, yo, que no, que yo…
Esta mañana, no estaba de humor y para colmo mi mujer me manda a comprar el pan. Normalmente, no me importa hacerlo, pero hoy estaba metido de lleno en un relato, sobre algo cotidiano, para clase. Y ¡hala, a por el pan! Y además corriendo, porque van a cerrar.
Cuando estaba dando la vuelta a la manzana para ir a la panadería, de golpe me tropiezo con todo un espectáculo. La ambulancia, dos coches de policía Nacional y uno de la local. El tráfico cortado, la entrada a la plaza bloqueada por una cinta de esas que pone ¡Policía, no pasar!
Sigo a lo mío y entro en la panadería.
—Hola Juanillo —le digo al panadero— ¿qué ha pasado, a que viene este circo?
—Calla, calla —me dice— ya conoces a José y a Ramón, los hermanos de la charcutería. Esta mañana se han puesto a discutir en el bar y no se sabe por qué. Ramón ha cogido un jamón y se ha liado a jamonazos con su hermano y este le ha respondido con un chorizo vela de los grandes. Los golpes se oían por toda la plaza y alguien ha avisado a las mujeres, que han llegado con las escobas. Han molido a palos a los dos y si no llega a venir la policía, terminan en el hospital.
Al parecer todo ha venido por una idiotez, han discutido por quien pagaba el café.
Escrito presentado en el Taller de escritura de la UPL
Relato sobre la cotidianidad
Esta entada se vuelve a subir por cambio en el programa web. Su primera edición fue: 16 de diciembre de 2022