¿Qué está pasando en Ucrania?

¿Qué está pasando en Ucrania?

A las 5 de la mañana del 24 de febrero, las y los habitantes de Ucrania se despertaron con la noticia de que su país estaba siendo invadido por el ejército ruso. En medio de la noche, los tanques rusos entraron en el país y los militares atacaron desde múltiples direcciones. Desde entonces, el gobierno ruso no ha hecho más que intensificar su agresión en el corazón de Ucrania y la población civil se enfrenta a una catastrófica crisis de derechos humanos. Están muriendo personas, incluso niños y niñas, y muchos miles de vidas están en peligro.

La invasión de Ucrania por las fuerzas rusas

La invasión de Ucrania ha dado lugar a ataques indiscriminados contra zonas residenciales, escuelas, hospitales, infraestructuras sociales y otros objetos e infraestructuras civiles, y ha provocado muertos y heridos entre la población civil. Además, se están produciendo desplazamientos masivos y la destrucción de viviendas civiles.

Rusia también ha empleado bombas no guiadas, como las que mataron en marzo de 2022 a casi 50 personas que hacían cola para conseguir alimentos en Chernígov y armas prohibidas, como municiones de racimo, utilizadas al menos contra un jardín de infancia de Ojtirka donde se refugiaban civiles. Estos ataques pueden constituir crímenes de guerra.

Localidades ucranianas bombardeadas

Donetsk, Luhansk, Kherson, Izium, Bucha, Kramatorsk, Zaporiyia, Mariúpol o Járkov son localidades de Ucrania donde la invasión rusa de Ucrania ha desencadenado una crisis masiva de derechos humanos, humanitaria y de desplazamientos que tiene las características de la peor catástrofe de este tipo en la historia europea reciente.

Libertad de Expresión en Rusia silenciada

En paralelo a la invasión de Ucrania, las autoridades rusas han desatado una oleada de represión sin precedentes en todo el país contra el periodismo independiente, las protestas contra la guerra y cualquier voz contraria a la invasión rusa de Ucrania.

La invasión rusa de Ucrania fue recibida con críticas generalizadas en el país. Decenas de miles de personas protestaron pacíficamente y criticaron la agresión en sus redes sociales. Las autoridades rusas respondieron con una represión contra los y las manifestantes y personas críticas, deteniendo a más de 16.000 personas por infringir la normativa del país sobre las reuniones públicas.

Las autoridades también reprimieron a los pocos medios de comunicación independientes, obligando a muchos a cerrar, abandonar el país o limitar su información sobre la guerra y citar en su lugar los informes oficiales rusos. ONG de derechos humanos han sido calificadas de “agentes extranjeros” o “indeseables”, enfrentándose al cierre arbitrario o al bloqueo de sus sitios web y han sido objeto de otras formas de acoso.

Al mismo tiempo, Rusia ha modificado su legislación para criminalizar la expresión de opiniones críticas con las autoridades, penalizando el acto de difundir “información falsa” sobre las actividades de las fuerzas armadas rusas o de “desacreditar” a las tropas rusas. Toda persona acusada de cometer estos “delitos” se enfrenta a pagar multas exorbitantes (entre tres y cinco millones de rublos, de 55.000 a 92.000 dólares) o a cumplir una pena de hasta 15 años de prisión.

Amnistía Internacional

Esta entada se vuelve a subir por cambio en el programa web. Su primera edición fue: 17 de junio de 2023