Cuentos para chavales

Bajo esta etiqueta hay varios relatos o cuentos pensados para personas desde pocos años hasta el infinito. Los mayores, que los lean, facilmente determinarán si los pequeños pueden o no leerlos,

Monte Shasta

Shasta y Luna

Las lágrimas que se le caían a Luna casi ahogaban a Frei, su perro. Su madre le había dicho esa mañana, que debía irse a servir al rey. Tenía que salir junto con otros gigantes de la aldea hacia la ciudad, para incorporarse a los ejércitos reales. Los gigantes eran muy apreciados desde siempre por…

Estanterias de juguetes

Llega la Navidad

Todos estaban esperando a que Agustín, el vigilante de noche, terminara la ronda. Todo el almacén sabía que luego se iría a echar una cabezada a su garita y no volvería hasta la mañana siguiente. Tenían varias horas por delante. Un pequeño siseo recorrió el almacén, era la señal. Todos los juguetes comenzaron a moverse,…

A tragar, chicos

A tragar, chicos

Era pelirrojo y delgado. Le faltaba media oreja fruto de una pelea, por una gata sin pelo que siempre anda merodeando por el polígono. Troncho, que así lo llaman, todos los días se da una vuelta por la portería de la fábrica de juguetes. Manuel, el vigilante, siempre le guarda restos de la comida que…

Cura sana, cura sana…

Cura sana, cura sana…

—Abuela, abuela, abuela, mira —gritaba Mario mientras atravesaba el jardín, subía las escaleras a la casa y se tropezaba con ella, que al oí los gritos había salido al porche para ver que le pasaba. —Mario cuantas veces te he dicho que no grites así, me asustas, que te pasa cuéntamelo. —Abuela he pescado un…

Vista de la tierra desde la estación internacional

Punto azul

—Atención, vamos a llegar a nuestro destino — oyeron los viajeros a través del sistema de comunicación que todos llevaban implantado—. Estamos entrado en la órbita del cuerpo 152, uso 856, del cuadrante 2741 conocido como Punto Azul. Les agradeceremos tengan todo su equipaje preparado. Como saben, el campamento de permanencia temporal que les hemos…

Un amor platónico, no deja de ser bello

Un amor platónico, no deja de ser bello

Esa tarde todos estaban nerviosos, la agitación era más que evidente. Esperaban la decisión de los ancianos. De ellos dependía cuando comenzaba la emigración anual, las fechas eran las correctas, pero debían decidir el momento preciso. Mientras esto ocurría, más y más delfines se iban juntado en las costas de las Islas Galápagos. Todos esperaban…