El vendedor de sueños
El coche se detuvo junto a la acera, frente a un limpiabotas, que ofrecía sus servicios a la entrada del mercadillo.De la parte trasera descendió un hombre bien vestido, que casi se cayó al tropezar con el limpiabotas.—¡Tú, inútil! ¡Aparta de ahí! He estado a punto de caerme por tu culpa. ¿No sabes quién soy…