Trenes más asequibles para acabar con los vuelos cortos
Si has visto las noticias, sabrás que desde hoy moverse por la Península es un poco más fácil. Y no solo por el levantamiento de las restricciones a la movilidad, sino porque un nuevo operador ferroviario ha comenzado a circular en nuestras vías. La llegada de OuiGo pone fin a 80 años de monopolio ferroviario de Renfe, quien también arrancará en unos días su modelo AVLO de bajo coste.
Se trata del “AVE low-cost”: trenes más eficientes y de mayor capacidad para ofrecer tarifas más asequibles y ajustadas, acabando con el modelo de un AVE elitista con precios que, en ocasiones, resultan más caros que el coche o el avión. Reducir el coste del tren es una de las soluciones que más nos demandan en nuestras redes cuando señalamos el impacto climático que tienen los vuelos cortos.
Madrid, Zaragoza, Tarragona y Barcelona serán las primeras ciudades que disfrutarán de los nuevos servicios. ¿Pero sabías cual es la ruta con más vuelos cortos? ¡Exacto, Madrid-Barcelona! Y aunque la mayoría de esos viajes se hacen en AVE, el avión sigue teniendo una importante cuota de mercado entre ambas ciudades. Todo ello a pesar de que el impacto en emisiones de la aviación es mucho más elevado.
Impacto ambiental para un trayecto Madrid-Barcelona. Fuente: EcoPassenger
La bajada de los precios del tren es una oportunidad para cambiar la forma en la que nos movemos. Si aplicamos el principio de “quien contamina, paga” no tiene sentido que los modos menos contaminantes sean también los más caros, ¿verdad? Pero para que la transformación del transporte sea efectiva, no puede quedarse en un caso aislado.
Una movilidad limpia y asequible para todas las personas
La llegada del ‘AVE low-cost’ nos abre una oportunidad para el cambio modal a favor del tren, pero también despierta una serie de incógnitas. Por un lado las ciudades más pobladas van a poder acceder a un transporte limpio y asequible. Pero, en otras zonas, la posibilidad de ir en tren o autobús se complica cada vez más por la despoblación y los recortes en los servicios públicos.
Para transformar el transporte es importante tener unas tarifas asequibles, sí, pero más importante es que exista ese servicio y que sea útil. En este Año Europeo del Tren estamos viendo cómo muchos servicios permanecen suprimidos. Nos hemos quedado sin trenes nocturnos y las conexiones internacionales con Francia y Portugal son casi nulas. Incluso hay tramos como Cuenca-Utiel que llevan cerrados desde el temporal Filomena, bajo la amenaza de un cierre definitivo como el que arrastran otras líneas desde hace años.
La recuperación de las zonas rurales, e incluso de las ciudades medianas, pasa por unos servicios públicos de calidad, con autobuses y trenes regionales frecuentes y coordinados con el resto de la red, también con la alta velocidad. Para que todo el territorio, y no solo Madrid y Barcelona, tengan acceso a un transporte eficaz, descarbonizado y asequible.
Desde Greenpeace celebramos que hoy moverse en tren sea un poco más barato: así llegará a más gente y nos ayudará a reducir la dependencia de combustibles fósiles. Pero estas ventajas deben ser para todas las personas, con un modelo equitativo en lo ambiental y lo social. Es lo que estamos demandando al Ministerio de Transportes para la futura Ley de Movilidad, actualmente en fase de consulta y que se aprobará en unos meses.
Gracias al apoyo de nuestras socias y socios, seguimos trabajando para conseguirlo.
Adrián Fernández Carrasco
Ingeniero de Obras Públicas, especializado en Transporte, y Máster en Movilidad y Seguridad Vial por la Universidad Politécnica de Madrid. Responsable de la campaña de Movilidad en Greenpeace España.
Esta entada se vuelve a subir por cambio en el programa web. Su primera edición fue: 10 de mayo de 2021