Posada «El Edén»
A la salida del pueblo, al final de un tortuoso camino, se erguía una posada, discreta y sombría. Era parada y refugio para aquellos a quienes la sociedad había dado la espalda. El Edén, nombre por el que se le conocía, era un edificio rústico, con paredes de piedra que exudaban historia y tejas desiguales…