Limpiabotas
Era una tarde agobiante. El sol quemaba la ciudad y las calles estaban llenas de gente apurada y sudorosa. Dentro de la estación de Atocha, se estaba algo mejor, una ligera brisa refrescaba el aire. Varios limpiabotas estaban a la caza del cliente. Por la puerta, que hay frente al monumento al 11 M, entró…