Somos como… animales, borregos, estúpidos… ¿qué somos?
El primer golpe ni lo vio venir. Le llegó por la espalda con un bate en plenos riñones. Se encorvó y cuando estaba encogiéndose por el dolor, le llovieron el resto. Patadas y más golpes, hasta que el que los propinaba se cansó. Alto, delgado, pantalones de chándal a juego con la sudadera. La capucha…