Foto de un lince joven.
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La fuerza de la vida

Hoy debo reconocer que no llevo un buen día, más bien ha sido un mal día. Y no porque haya pasado nada especial para que así sea, solo que mirando al mundo a uno se le nubla hasta el día más soleado.

Lo dicho, estaba frente al ordenador rumiando mis pensamientos de forma nada positiva, cuando he recibido un twitter de WWF estaban recabando nuestra colaboración para ver que nombre, de unos que ya tenían, nos gusta más para poner a tres Linces que han nacido hace poco.

He visto unas imágenes de los cachorros y me ha cambiado de golpe el humor de perro rabioso que había ido cogiendo a lo largo del día.

La naturaleza poco a poco de forma callada es inexorable se abre camino por difíciles que sean las condiciones.

La vida con mayúsculas siempre saca la cabeza cualesquiera que sean las circunstancias.

El ser humano se lo pone difícil, e incluso hoy en día las más de las veces complicado, pero ella no decae.

Me gustaría que mi confianza en el ser humano, como ente inteligente capaz de arreglar los desastres que él mismo ha ocasionado, fuera la misma que tengo en la naturaleza, como ente capaz de arreglarse a sí misma si la dejan.

El hecho de que la vida siga tanto para la naturaleza como para el ser humano,haya mucha o poca esperanza de que se arreglen las cosas, me deja un pequeño resquicio para la esperanza.

Quiero y deseo confiar en que el supuesto ser inteligente de este planeta reaccione, de no ser así está claro que el que aquí sobra, todos sabemos quien es.

Esta entada se vuelve a subir por cambio en el programa web. Su primera edición fue: 27 de octubre de 2020